En el exacto momento en el que te abres a alguien y le dices lo que significa para ti, las cosas que te son necesarias para sobrevivir, en ese preciso momento tendra la capacidad para hacerte daño. Serás vulnerable para él. Y tendrá en su mano la capacidad para destruirte, para destruir lo que has sido, lo que eres o lo que nunca llegaras a ser. Te podrá levantar para luego tirarte contra el suelo y pisotearte. Podrá cortarte las alas que todavía no han llegado a crecer. Podrá hacer absolutamente todo lo que quiera, porque te tiene. Eres suya.
Pero en algún momento eso cambiara, o por lo menos eso esperas con ansiedad, esperas ese momento en el que podrás decir lo que sientes a la persona adecuada, sin miedo, confiando plenamente, sin pensar en el lo que pasara. Pero hasta ese instante lo único que queda es esperar, solo esperar…